La policía desmantela los campamentos propalestinos de estudiantes en las universidades de Estados Unidos
Desalojados los campus de Los Ángeles y Nueva York. Hay unos dos mil detenidos.
Biden condena los disturbios en las protestas universitarias, pero no cambiará su postura sobre Gaza.
En Estados Unidos, los campamentos propalestinos de estudiantes que se oponen a la política de Joe Biden en la guerra de Gaza y al apoyo de su gobierno a Israel han sido desmantelados tras auténticas batallas campales.
Después de la Universidad de Nueva York, este jueves la policía entró en el campus de la Universidad de Los Ángeles, en California.
Son imágenes que recuerdan al movimiento contra la guerra de Vietnam, y el paralelismo entre estas protestas estudiantiles y las ocurridas hace más de medio siglo han sido resaltadas por muchos analistas norteamericanos: decenas de miles de universitarios tomando varios campus a lo largo de Estados Unidos, en defensa de los palestinos y contra la ayuda que Joe Biden presta a Israel.
El gobierno federal ha decidido desmantelar los campamentos que paralizan la vida universitaria, después de que los rectores lo pidieran. El miércoles le tocó a Nueva York, y el jueves, a las tres de la madrugada, la policía comenzó a enfrentarse a los estudiantes y a quitar barricadas en el campus de Los Ángeles.
En su primera comparecencia pública para referirse a esta ola de protestas, el presidente estadounidense, Joe Biden, ha insistido en que "debe prevalecer el orden" en las protestas propalestinas de universidades de todo el país, que ya han dejado un saldo de 2.000 detenidos, y aseguró que las concentraciones estudiantiles no van a hacer cambiar su postura sobre el conflicto en Gaza.
En un discurso en la Casa Blanca, Biden afirmó que "la disidencia es esencial para la democracia", pero añadió que la disidencia "nunca debe derivar en el desorden" y condenó la violencia registrada en campus universitarios con la policía interviniendo para desalojar acampadas y enfrentamientos entre propalestinos y proisraelíes.
Pero la ola de protestas continúa. Ahora se ha extendido a otras universidades de la costa oeste de Estados Unidos, a Georgia, e incluso a Toronto, en Canadá.
