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El Banco Sabadell rechaza por segunda vez la fusión con el BBVA

El consejo de administración considera que la oferta de BBVA "infravalora significativamente" el proyecto de Sabadell

En Andalucía, Banco Sabadell cuenta con casi 700 empleados y 128 oficinas, casi todas en Málaga y Sevilla. 

CANAL SUR MEDIA 7 mayo 2024

Banco Sabadell ha rechazado la oferta que BBVA había formulado la semana pasada para fusionar ambas entidades al considerar que generará más valor en solitario, según ha informado la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). "El consejo confía plenamente en la estrategia de crecimiento de Banco Sabadell y en sus objetivos financieros y es de la opinión de que su estrategia como entidad independiente generará un mayor valor para sus accionistas", ha destacado la entidad, cuyo consejo de administración se ha reunido este lunes para evaluar la propuesta de BBVA, la cual ha tachado de "no solicitada, indicativa y condicionada".

El consejo de administración considera que la oferta de BBVA "infravalora significativamente" el proyecto de Sabadell y sus perspectivas de crecimiento como entidad independiente. Afirma, además, que la caída "significativa" y la volatilidad en el precio de la acción de BBVA en los últimos días genera una "incertidumbre adicional" sobre el valor de la propuesta.

Tras analizar "en detalle" la propuesta, el consejo, al que han acudido también representantes de Goldman Sachs y Morgan Stanley como asesores financieros y Uría Menéndez Abogados como asesor jurídico, ha concluido que la oferta de BBVA "no satisface" el interés de Sabadell y de sus accionistas y, por tanto, ha rechazado la propuesta de BBVA.

El consejo cree que la decisión, además, está "alineada" con el interés de los clientes y empleados de Sabadell, y ha reiterado su compromiso de distribuir a los accionistas, de manera recurrente, cualquier exceso de capital por encima del 13% de ratio de capital CET1, en línea con su estrategia de crear valor para al accionistas, respaldada por el plan de negocio del banco y por la "sólida generación de capital".

Sabadell estima que el exceso de capital que generará en 2024 y 2025, junto con los dividendos recurrentes de este período, de acuerdo con un cumplimiento "satisfactorio" del plan de negocio actual, sea de 2.400 millones de euros, parte de cual puede estar sujeto a aprobación del supervisor.

No es la primera vez que ambos bancos tienen esta operación sobre la mesa. Ya en 2020, BBVA y Sabadell estudiaron una fusión, aunque finalmente la acabaron desestimando porque no alcanzaron un acuerdo sobre la ecuación de canje de las acciones.

En Andalucía, Banco Sabadell cuenta con casi 700 empleados y 128 oficinas, casi todas en Málaga y Sevilla. Mientras el BBVA tiene 332 sucursales y más de dos mil trabajadores. La portavoz del comité de empresa de UGT en BBVA, Gloria Moreno, señala que la anunciada fusión traerá ajustes. BBVA y Sabadell ya intentaron esta fusión hace cuatro años pero no fructificó. El banco resultante sería el segundo de España y el tercero de Europa en valor de mercado.
Otra repercusión sería que se frenaría la compra de Unicaja por parte del Sabadell.

El Banco Sabadell aumentó su tamaño a base de compras, desde el Herrero y el Guipuzcoano hasta la CAM -la Caja del Mediterráneo- pasando por el Urquijo o su salto al Reino Unido con la compra de TSB pero, en más de una ocasión, estudió la posibilidad de una fusión con uno de sus grandes competidores. La operación que, aparentemente, más veces estuvo sobre la mesa fue la de una fusión con el Banco Popular, al igual que el Sabadell, con una buena cuota de mercado en el negocio de pymes. En las dos primeras veces, el Sabadell, más pequeño que el Popular, recibió el rechazo de este último.

En el tercer intento con el Popular, ya en 2015, prácticamente de igual a igual por tamaño, las negociaciones tampoco prosperaron, a pesar de que en las reuniones, además de Oliu y Ron, llegaron a participar accionistas de referencia: el colombiano Jaime Gilinski, por el Sabadell, y el mexicano Antonio del Valle, por el Popular. Dejando a un lado las tres veces que el Popular frustró los planes del Sabadell, en tablas quedó el intento de fusión del banco catalán con Bankia, poco antes de que la entidad se decantara por CaixaBank.

Durante la presidencia de Rodrigo Rato en Bankia, avanzado 2011, hubo una primera aproximación del Sabadell que apenas cuenta, admiten fuentes cercanas; sin embargo, años después del rescate de la entidad, a finales de 2019, los contactos se intensificaron. En esta ocasión, el entonces consejero delegado del Sabadell, Jaime Guardiola, fue el encargado de pilotar las negociaciones directamente con su homólogo en Bankia, José Sevilla, con quien había coincidido en el pasado en el BBVA.

Esos contactos se llevaron a cabo en ambos casos con el conocimiento de los presidentes de ambas entidades, Oliu por el Sabadell, y por Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, que en sus años en BBVA había sido jefe de Guardiola y con quien comparte desde entonces una gran amistad. La operación contaba con todo el sentido estratégico, pues Bankia aportaba negocio de particulares y empresas, especialmente en Madrid, y Sabadell, su cuota en pymes y su fuerte presencia en Cataluña. Si bien, la forma de pago impidió que la operación saliera adelante.

La idea, recuerdan igualmente fuentes al tanto de estas negociaciones, era un canje de acciones, lo que haría que el Estado, a través del FROB pasara tener cerca de un 30 % del nuevo grupo, sin embargo, el hecho de que no hubiera un pago en efectivo impidió que avanzaran las conversaciones.

TRES RECHAZOS A UNA FUSIÓN
La negativa de este lunes del Sabadell de ser absorbido por el BBVA, a pesar de que el banco comprador estaba dispuesto a ofrecer cerca de 11.500 millones de euros en títulos, supone el segundo "no" del grupo catalán a una oferta del BBVA.
El Sabadell está convencido de que la propuesta de compra infravalora su proyecto y sus perspectivas de crecimiento, aunque el BBVA haya ofrecido una prima del 30 % respecto a la cotización del Sabadell de comienzos de la semana pasada.
En noviembre de 2020, el primer intento público de compra del Sabadell por parte del BBVA saltó por los aires porque el banco que preside Oliu consideró muy baja la oferta y decidió iniciar una nueva etapa en solitario, ya con César González-Bueno como nuevo consejero delegado.

Pero no era la primera vez que el Sabadell decía que no, pues una década antes, en 2010, se había frustrado un intento de fusión entre la Caixa, entonces presidida por Isidro Fainé, y el Sabadell, a pesar de contaba con el visto bueno inicial del propio Oliu.

La operación se dio por hecho que saldría adelante porque Fainé y los Lara, accionistas del Sabadell, querían que se llevara a cabo y crear un gran banco catalán, además de que, según aseguran fuentes financieras, llegó a contar con el visto bueno de Oliu que, al final, rechazó la propuesta.

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